Con mi amiga médica de familia y médica homeópata, la Dra. Julieta Galetar y su compañero de vida (Alejandro) aprovechamos nuestro viaje al eje cafetero en Colombia para visitar una finca cafetera y conocer más acerca del camino que recorre un grano de café hacia nuestra taza.
Junto a nuestras familias decidimos hospedarnos en un hotel en las afueras de Quimbaya, un municipio del departamento del Quindío situado estratégicamente para realizar este tipo de tours en fincas cafeteras.
Buscando una experiencia diferente.
En mi caso, hace unos años había tenido la suerte de visitar una pequeña finca cafetera cercana a Salento (Finca Don Elias) y otra demasiado turística en Calarcá (Recuca).
Sin embargo sentía que debía buscar una opción adicional a las anteriores para obtener una experiencia más personalizada y enriquecedora; y a su vez que mi amiga se lleve una impresión fidedigna del proceso del café ya que no había tenido experiencias previas.
Además necesitaba motivarme para escribir la nota sobre consumo de café en deportistas y sentía que este paseo me permitiría abordar el tema desde otra perspectiva.
Finca cafetera «Secretos del Carriel«.
Entonces, decidimos buscar por internet una finca cafetera con buenas reseñas y cercana al lugar donde nos alojábamos. Es así que por fortuna dimos con la finca «Secretos del Carriel», una finca cafetera familiar que produce café de especialidad.
El tour en la finca cafetera.
A la mañana siguiente manejamos unos 10 minutos por la ruta pintoresca que une Quimbaya con Filandia hacia nuestro destino.
Nos recibió amablemente la señora Gloria y a los 3 minutos de haber ingresado ya estábamos tomando nuestro primer «tinto» y con el poncho puesto a la espera del guía (por si no sabían, en Colombia también le llaman «tinto» al café).
Mientras tomábamos algunas fotos del lugar, arribó Juan, el guía y referente familiar de la finca.
Luego de presentarnos y contarnos un poco acerca de la historia familiar de la finca cafetera nos dijo «¿listos para trabajar?». Es que claro había que recolectar el café.
Juan llevaba décadas haciendo esto pero disfrutaba cada pregunta y respuesta qué surgía como si fuera la primera vez que la escuchara con la humildad de los grandes conocedores.
A trabajar.
En primer lugar recorrimos los semilleros de café donde estaban creciendo los primeros brotes de la planta y a continuación el sector donde los trasplantaban.
Mientras nos explicaba al detalle los tiempos de siembra, desarrollo y cuidados del cultivo recogió una fruta de un árbol, una guayaba, y nos la dio aprobar. Así de espontáneo era el recorrido.
Lo interesante del tour además, era que el relato se acompañaba del contexto histórico, social y económico que rodeaba a esa taza de café que vemos en nuestro desayuno.
Esto nos hacia dimensionar y reflexionar acerca de las dificultades que atraviesan los campesinos y caficultores locales para vivir de esta actividad en una realidad donde se priorizan los menores costos y tiempos de producción sobre la calidad del producto y el cuidado del medio ambiente. Por fortuna, en este lugar la calidad del café y preservación de la naturaleza iban a la par.
Continuamos nuestro recorrido dentro de la finca hacia la zona de los cafetales, donde nos transformamos por unos minutos en recolectores de café mientras se nos guiaba para seleccionar los mejores frutos de cada planta.
Mientras recolectábamos y comíamos algunas «cerezas» de café (frutos maduros) , también probábamos el resto para poder diferenciar los sabores de cada fruta en sus distintas etapas de maduración.
Además, al tiempo que conversábamos sobre las variedades de café y los principales países productores y consumidores el mundo, aprendíamos a distinguir y descartar los frutos de café afectados por la «broca» (una plaga que afecta frecuentemente a los cultivos).
Pasado el tiempo de recolección, era hora de despulpar y lavar los frutos recolectados . Si bien en la finca utilizan el método húmedo (lavado del café) también nos explicaron otros métodos posibles de acuerdo a los recursos disponibles (proceso natural o honey por ejemplo).
Como premio a nuestra labor la señora Gloria nos acercó una malteadas de café para refrescarnos y tomar energía para lo que seguía.
Con el cafe lavado y secado («pergamino») era tiempo de separar la cascarilla con la trilladora y quedarnos con café verde listo para tostar.
Llegaba el momento de tostar nuestro café, equivocarnos implicaba tomar un café quemado. Por suerte tuvimos ayuda y podríamos decir que realizamos una tostión media/oscura.
Muchos de los procesos que realizamos durante el tour como despulpar, trillar, tostar, etc fueron manuales pero obviamente con grandes volúmenes de producción se utilizan maquinas para optimizar estos procesos.
Finalmente era momento de moler nuestro café recién tostado. La fragancia iba impregnando el ambiente al ritmo de la molienda. No sé como huele la magia pero su fragancia se debe parecer mucho al café recién molido.
Aquí aprendi que no es lo mismo la fragancia que el aroma del café. El primero término se refiere al café molido y el segundo a cuando ya se encuentra disuelto y lo degustamos.
Homeopatía y café.
Aprovechando la oportunidad de contar con mi amiga médica especializada en homeopatía durante experiencia, nos permitimos debatir un momento acerca de la relación entre el café y la homeopatía.
Desde la medicina del deporte conocía los beneficios del café para aumentar el rendimiento deportivo, pero tenía la falsa concepción que su consumo estaba contraindicado en tratamientos homeopáticos.
Afortunadamente Julieta me lo explicó y derrumbó ese mito.
La homeopatía en un sistema médico que se basa en el principio de la semejanza: “lo similar cura lo similar”. Tiene una mirada holística e individualizada de la persona, integrando mente, cuerpo y espíritu.
Usa como medicamentos sustancias (del reino animal, vegetal o mineral) muy diluidas. De esta forma se incorpora el poder energético de la sustancia sin la posibilidad de que existan efectos adversos.
Entonces, el café en dosis y calidades adecuadas puede ser muy beneficioso para el organismo, por lo tanto de ninguna manera va en contra de esta terapéutica.
En internet existe todo tipo de información errónea acerca de la homeopatía (y otras terapias alternativas) así que hay que prestar mucha atención. No crean todo lo que leen y asesórense con algún profesional capacitado antes de iniciar algún tratamiento.
Dra. Julieta Galetar. Médica homeópata. Médica de Familia.
Si deseas conocer más acerca de tratamientos homeopáticos podes informarte aquí.
Reflexiones de café.
Mientras degustabamos un exquisito café recién tostado y molido nos permitimos algunas reflexiones sobre los motivos por los cuales a la gran mayoría de las personas nos resulta dificultoso consumir un café de buena calidad.
El costo de tomar un café de especialidad era una de las razones pero otras tenían que ver con algo cultural ya que la gente adinerada tampoco suele consumir buen café.
Es de destacar qué el guía en ningún momento juzgó a aquellos que producían café de calidad regular, entendiendo que muchos productores mezclan granos de café de buena calidad con otros inferiores para poder vender el producto a un precio mas accesible para la población y continuar trabajando en esa actividad.
En esta línea de pensamiento, para los consumidores locales poder acceder a un café de especialidad no es fácil por su costo. Entonces es frecuente que consumamos un café de regular calidad y utilicemos azúcar o leche para encubrir su elevada acidez y mal sabor por ejemplo.
Nos queda entonces la reflexión acerca de para quién producimos nuestra materia prima en América Latina.
Conclusión del tour en la finca cafetera «Secretos del Carriel«.
Vale la pena tomarse una mañana o una tarde para vivir en primera persona el proceso de producción del cafe desde la perspectiva educativa y personalizada que brindan.
El tour dura entre 2 y 3 horas, la experiencia queda para toda la vida.
PD: Gracias a Caro que se quedó cuidando nuestra hija y nos permitió hacer el recorrido.